Bienvenido sea el que viaja al Cielo y vive en la Tierra

lunes, 22 de octubre de 2012

XVI. La Rana y el Escorpión

"Prefiero sufrir una injusticia a cometerla"

-Pásame la cicuta-

Oí en clase la anécdota de la rana y el escorpión en boca de mi queridísimo Paco. Decía así:
Hubo una vez un escorpión que quería atravesar el río pero no tenía modo. Vio a una rana sentada en una roca.
-Oye, rana. Llévame en tu espalda al otro lado del río.
-Ni hablar. Me clavarás tu aguijón. Así sois los escorpiones.
-¿Por qué habría de hacerlo? Además, necesito llegar al extremo opuesto.
-Está bien, escorpión. Confiaré en ti.
El escorpión se montó en la rana y ésta saltó cruzando por el camino que las rocas dibujaban. Las dos se encontraban a mitad de camino cuando el escorpión, inevitablemente, le clavó su aguijón.
-¿Pero qué haces? ¡Sabes lo que ocurriría al hacerlo! ¡Nos has condenado al final!
-Lo siento -se excusó el escorpión -Pero esta es mi naturaleza.

Quería ser rana y he acabado escorpión.
Volverán mis días de dieciséis años en los que me apretujaba en un rincón con dos auriculares como escudo. Volverá la soledad deseada y los desgastes de cama, contemplando una guerra en la que no se me permite participar ni morir. Volveré a esconder la mirada ante un público que me juzga y me condena. Pero tú, mi golondrina, no volverás.

No escribiré los versos más tristes esta noche.

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