Bienvenido sea el que viaja al Cielo y vive en la Tierra

domingo, 6 de marzo de 2011

Capricho

Me cuelo en el ordenador a la desesperada después de dos días de sufrimiento nocturno.

Para los que no sepan qué es un Sueño Lúcido, y es necesario este detalle puesto la entrada (y el blog, qué cojones) gira entorno a ello, daré una breve explicación:
Consiste en ser consciente de cuándo se sueña y además ser capaz de controlar qué se sueña. Debo recurrir otra vez a la misma metáfora. Una película dirigida por ti, ¿maravilloso, verdad?

Yo me caracterizo, o caracterizaba por esta capacidad. Tras los dos años en brazos de Morfeo (nótese paradoja donde las halla), y vuelta a mi actividad onírica, no he vuelto a concebir uno. Au contraire, han sido la mayoría desagradables, asfixiantes y demás adjetivos de la misma categoría. Aunque para mi sorpresa, originales y extraños. Lo único bueno que puedo extraer de estas experiencias...Continuemos.

Con el fin de extirpar mi desasosiego, estando despierta desde las 5 de la mañana o incluso puede que antes, relataré mi inquietud.
Han ocurrido ya varias ocasiones que no soy capaz de distinguir el sueño de la vigilia. Pero en estas dos últimas noctes, ha sido un constante sueño en el que soñaba mi despertar. Así infinitas veces, hasta que mi mente lo ha soportado. Vislumbrando hechos que en la vida real no puedo cambiar. Despertando en el sueño para mi decepción, una tras otras, hasta que al fin... Lo inevitable, la Realidad. Esa Puta más falsa que mis ensoñaciones.

Disculparme he (o no) de mi frenética o pesimista impresión. Hay momentos para todo. Hoy, tocaba éste.



"El sueño de la razón produce monstruos"

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